El Espíritu Santo
A. ¿QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO?
El Espíritu Santo es probablemente el
miembro menos conocido de la Santa Trinidad. Es lamentable decir que hay una
falta de conocimiento acerca de Él, aun dentro de la misma Iglesia. Hay varias
razones firmes del porqué esto no debería ser así:
1. El Espíritu Santo Es Dios
Como el tercer miembro de la Trinidad, Él es igual
que Dios el Padre y Dios el Hijo. Es apropiado, por consiguiente, que se le
atribuya la misma reverencia, respeto y honor a Él que a las demás deidades.
Nunca debemos tratarlo como una deidad inferior. Debemos conocer tanto como nos
sea posible de Él como conocemos acerca de los otros dos miembros de la Divina
Trinidad. El Espíritu Santo no sólo es una PERSONA, Él es un SER DIVINO. Él es
DIOS.
a.
La Biblia Le Llama Dios. Hch 5:3, 4
b.
Él Posee Características Que solo Dios
Tiene.
1) Tiene una
naturaleza eterna (He 9:14).
2) Él es OMNIPRESENTE
(Sal 139:7-10).
3) Él es OMNISCIENTE
(1 Co 2:10, 11).
4) Es OMNIPOTENTE
(Lc 1:35).
c.
Está asociado con el Padre y el Hijo sobre
bases iguales. Mt 28:19
d.
La Biblia Tiene Mucho Que Decir Acerca
Del Espíritu Santo. Con la excepción de la 2da. y 3ra. epístolas de Juan,
cada libro en el Nuevo Testamento contiene referencias de la persona y obra del
Espíritu Santo.
e.
Él Está Esencialmente Activo En El
Plan De Redención De Dios. Él convence al mundo de pecado, justicia y
juicio (Jn 16:8). Los hijos verdaderos de Dios son “nacidos del Espíritu”
(Jn 3:5, 6).
2. El Espíritu Santo Es Una Persona
Muchos
cristianos parecen sentir que el Espíritu Santo es meramente un poder o
influencia impersonal. Ellos tratan al Espíritu Santo como si él fuera
electricidad o alguna otra forma de poder que pudieran encender o apagar a su
discreción. Este concepto está muy lejos de la verdad. El Espíritu Santo es una
Persona. Es una Persona que tiene gran autoridad y poder, pero es mucho
más que el poder que posee. Es eminentemente digno del respeto y honor que
nos reservamos para el Dios Todopoderoso.
a.
El Pronombre Personal Es Usado Para Él.
Jn 14:16-17; Jn 15:26; 16:13-14
b. El Posee Las
Características Básicas De Personalidad.
1)
Intelecto: La habilidad
para pensar y razonar.
2)
Sensibilidad: La habilidad
para sentir las cosas.
3)
Voluntad: La capacidad de
escoger y decidir.
c.
Expresiones De Su Personalidad.
Un mero poder o influencia no sería capaz de sentir aquellas cosas que se dicen
que el Espíritu Santo siente. Por ejemplo, somos exhortados a no “contristar”
al Espíritu Santo (Ef 4:30). Ananías y Safira “mintieron al Espíritu
Santo” (Hch 5:3, 4).
Sabemos que un
poder no puede ser contristado. Usted no puede contristar a la electricidad.
Tampoco puede mentirle, ni tentarla. Un poder impersonal es incapaz de tales
sentimientos. Pero una persona puede ser contristada, ofendida, molestada,
tentada o se le puede mentir. Note algunas expresiones de personalidad
atribuidas al Espíritu Santo:
1) Puede sentir (Ef 4:30).
2) Puede consolar (Hch
9:31).
3) Puede pensar (Ro
8:6).
4) Puede hablar (Hch
13:2).
5) Puede orar (Ro
8:26).
6) Puede enseñar (Jn
14:26).
7) Puede expresar Su
Voluntad (1 Co 12:11).
8) Puede prohibir (Hch
16:6).
9) Puede obrar milagros
(Hch 19:6).
d.
El No Es Impersonal. Todas estas
cosas son expresiones de personalidad, las cuales, un poder impersonal no
tiene. Una de las razones por la cual muchos se refieren a Él simplemente como
un mero poder o fuerza, es debido a ciertos nombres que se le atribuyen en las
Escrituras para describir Su ministerio. A veces es llamado Viento, Lluvia,
Aceite, Fuego, Vestidura, etc.; todos son símbolos de varios ministerios que Él
ejecuta; sin embargo, es mucho más grande que cualquiera de esos ministerios.
3. Esta Es La Época Del Espíritu Santo
Él es el “otro” Consolador quien ha tomado el
lugar de Jesús (Jn 14:16). El presente período de historia es el “Tiempo de
la Lluvia Tardía” (Zac 10:1) o el tiempo de la actividad más grande del
Espíritu que la Iglesia jamás haya conocido. Por consiguiente, necesitamos
saber tanto como nos sea posible acerca del Espíritu Santo.
B. EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU ES
PREDICHO
En el Antiguo
Testamento encontramos al Espíritu Santo sobre y dentro de ciertas personas a
la vez. Tales personas parecen ser excepciones más bien que la regla.
Sin embargo,
Dios predijo, a través de Sus profetas, que un nuevo día vendría.
1. Su Espíritu Estaría
Dentro Y Sobre TODO Su Pueblo
Jl 2:28, 29; Ez 36:27; Is 44:3
2. El Mesías Prometido De
Dios Sería Lleno Y Revestido Del Poder Del Espíritu Is 42:1; Is 61:1
3. Varios Términos Para
La “Plenitud Del Espíritu”
El
experimentar la plenitud del Espíritu Santo es descrito de varias maneras en
las Escrituras. Examinaremos brevemente varios de estos términos.
a.
Recibiendo El Espíritu Santo.
Un regalo es
definido como “una ofrenda y una aceptación (acto de recibir) sin
consideración”. Un regalo no es tal hasta que alguien recibe aquello
que es ofrecido gratuitamente. Esta es la frase comúnmente más usada en el
Nuevo Testamento para describir la experiencia de la cual estamos hablando. Jn 7:39;
Jn 20:22; Hch 1:8; 2:38; 8:15; 10:47; 19:2
b. Siendo Ungidos Con El Espíritu. La
“unción” es un término con el cual estamos muy familiarizados debido a su uso
en el Antiguo Testamento (Ex 28:41; 29:29; Sal 2:2; 92:10). Había tres
principios de unción: La unción del Leproso; la unción Sacerdotal; la unción
del Rey. El aceite de la unción era derramado sobre el recipiente (1S 10:1). De
la misma manera es “derramado el Espíritu sobre” el creyente. Esta frase
particular es usada para describir el Espíritu que vino sobre Jesucristo. La
palabra Cristo significa el Ungido. Hch
10:38
c. Siendo
Lleno Con El Espíritu. Esta frase
describe el efecto que tiene el Espíritu dentro de los creyentes: Ellos son “llenos”
con el Espíritu. Esta es empleada el Día de Pentecostés. Hch 2:4.
El proceso de ser lleno con el Espíritu comienza con un revestimiento
inicial. Luego, hay experiencias subsiguientes de ser llenos. Así que, el
proceso es uno continuo. Pablo habla de lo mismo en Efesios 5:18 empleando el
tiempo de continuidad: “...antes bien sed llenos [continuamente] del
Espíritu”.
A fin de mantener la plenitud del Espíritu, necesitamos tomar
diariamente de la fuente de suministro.
d. Siendo
Bautizados En El Espíritu. Esta
es una frase algo controversial que tiene un respaldo bíblico firme. Esta
aparece cuatro veces en los evangelios y dos veces en el Libro de los Hechos
(Mt 3:11, Mr 1:8, Lc 3:16, Jn 1:33, Hch 1:5, 11:16). Bautizar significa “sumergir
completamente”, o sumergir dentro de. Ésta tiene un significado aún más
profundo, que es “sumergir dentro de un elemento que tiene el poder para
cambiar aquello que envuelve o cubre”.
Un buen
ejemplo de esto es cuando se toma una indumentaria y se pinta; tal vestidura o
ropa se sumerge dentro de un elemento que transforma radicalmente la vestidura.
El ser bautizado en el Espíritu, es ser sumergido, metido, sepultado, rodeado
completamente por, envuelto totalmente por el Espíritu Santo.
e.
La Liberación Del Espíritu. Este es
un término que en realidad no es empleado en el Nuevo Testamento, pero que está
definitivamente implicado en él. Describe la liberación del espíritu humano,
acto que toma lugar cuando éste es revivido por el Espíritu Santo: 2Co 3:17
Es exonerar y
liberar la personalidad de uno, de la opresión a la libertad, de la sequedad
hacia ríos de aguas vivas, de la esterilidad hacia la fertilidad. Ciertamente,
describe la liberación de ríos de aguas vivas del interior del espíritu del
creyente. Jn 7:38.
Esto probablemente describe con más
exactitud lo que sucede hoy entre tantos miles de creyentes. Por consiguiente, este concepto está encontrando continua aceptación
dentro de la Iglesia.
C. EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO
1. La Evidencia Inicial Del Bautismo En
El Espíritu
Ahora
consideremos: “¿Cuál será la evidencia inicial (primera señal) de que uno haya
recibido la plenitud del Espíritu?” Tengamos tres cosas en mente:
a.
La Señal Inicial. Estamos
preocupados en este punto con la señal INICIAL. Estamos de acuerdo en que
existen muchas más señales y evidencias de la plenitud del Espíritu. No
obstante, lo que estamos buscando determinar para este momento, es esa
evidencia que con más probabilidad es la primera señal en la que uno ha
experimentado esa nueva dimensión del poder del Espíritu.
b. Señal Escritural. Estamos buscando la
señal ESCRITURAL. Por consiguiente, no estamos interesados en la experiencia
personal o tradición humana. Por el contrario, buscamos lo que la Biblia revela
como el común denominador básico de aquéllos que experimentaron ese bautismo en
el Espíritu en los días bíblicos.
c.
Experiencia Bíblica. Es la
EXPERIENCIA BÍBLICA del bautismo en el Espíritu, más bien que la idea del
hombre respecto a lo que es el bautismo, en lo que estamos interesados.
Hay muchas
experiencias espirituales que los hombres han llamado ligeramente el “bautismo
en el Espíritu”. Estas incluyen: La Segunda Bendición, la Total Santificación,
la Experiencia de la Santidad, etc.
Éstas, puede
que sean experiencias válidas y bíblicas, las cuales, ni desechamos, ni les
restamos importancia. No obstante, es esa obra del Espíritu que la Biblia
define como el Bautismo en el Espíritu, con la cual, estamos preocupados en
este estudio presente.
2. Relatos Bíblicos Del Bautismo En El
Espíritu
El recurso principal de evidencia es el libro de los Hechos de los Apóstoles, los cuales,
registran cinco ejemplos de personas recibiendo la plenitud del Espíritu.
a.
El Día De Pentecostés (Hch 2:1-4).
Ese es el relato más completo que tenemos en la Escritura. Exactamente
cincuenta días después de la resurrección de Cristo, las promesas hechas
concernientes a la venida del Espíritu se cumplieron. El Espíritu Santo vino
sobre una compañía de discípulos que esperaban en Jerusalén. Este fue el
comienzo de una obra enteramente nueva del Espíritu como fue predicha por los
profetas. Hubo varias evidencias de que el Espíritu había descendido sobre
ellos:
1)
Un Viento Recio Del Cielo. Vino un
viento recio o fuerte del cielo, un viento repentino y poderoso. En ambos
idiomas, hebreo y griego, el término espíritu también significa
“viento”. Así que, fue significativo que soplara un viento fuerte y poderoso
como heraldo de la llegada del Espíritu. El viento representa vida, poder,
movimiento, fuerza; todo esto, es típico del Espíritu Santo.
2)
Llamas De Fuego. El fuego simbólico
fue también extremadamente significativo. Juan el Bautista había predicho que
Jesús bautizaría con “El Espíritu Santo y Fuego”. El fuego simboliza
purificación, expiación, limpieza, incineración de la paja y escoria. Estos
factores ocurrieron ANTES de que los discípulos fueran llenos con el Espíritu.
Por lo tanto, no podemos decir con certeza que eran evidencias del revestimiento
del Espíritu.
3)
Hablando En Otras Lenguas, como el
Espíritu daba que hablaran. La evidencia que vino inmediatamente después
que los discípulos fueron revestidos con el Espíritu, fue Hch 2:4.
4)
Testificaron de Jesús a toda la
multitud. Hch 2:32, 37-38. Este
es el único factor que se repite en cada una de las siete manifestaciones del
Espíritu Santo en el libro de los hechos. Había 120 discípulos en el
Aposento Alto en ese tiempo. Se nos ha dicho claramente que TODOS fueron llenos
con el Espíritu Santo y que TODOS comenzaron a hablar en lenguas, y TODOS
testificaron de Jesús a la multitud. La evidencia clara de que cada discípulo
fue lleno con el Espíritu en esa ocasión, fue que glorificaban a Dios y como
resultado de eso testificaron de Jesús a todos.
Incluyendo
esta, siete veces más se manifestó el Espíritu Santo en el libro de los Hechos.
A continuación está cuadro resumen:
Hch |
Lugar |
Manifestaciones |
Resultado |
2:1-15 |
Aposento alto de una casa |
Viento recio Lenguas de fuego Hablaban en lenguas Magnificaban a Dios |
Pedro predica, tres mil creen
en Jesucristo y se bautizan. |
4:29-32 |
Un casa |
El lugar tembló |
Hablaban con denuedo la palabra |
8:14-25 |
La calle |
Algo visible no descrito (Simón
ofreció dinero para tener ese poder) |
Pedro y Juan anuncian el
evangelio en muchos lugares |
9:17-20 |
Una casa |
Sanidad milagrosa |
Pablo se bautizó y enseguida
predicaba a Cristo |
10:43-48 |
Una casa |
Hablaban en lenguas Magnificaban a Dios |
Los gentiles se bautizan y el
evangelio se abre a todo el mundo |
13:1-4 |
El campo |
Profecía |
Obra misionera mundial |
19:1-10 |
Una casa |
Hablaban en lenguas Profecía |
Todos en Asia oyeron la palabra
de Jesús |
Aprendemos,
pues, de la Escritura, que la evidencia inicial del bautismo en el Espíritu
Santo es que Jesucristo sea glorificado, proclamado y enseñado. Sí, hay señales
y dones, pero siempre vienen acompañados de evangelismo y discipulado. Siempre
que se manifestó el Espíritu Santo, se extendió el Reino de Dios. Cada
manifestación produjo la predicación del evangelio a los perdidos.
Las señales
visibles fueron: Viento, Lenguas de fuego, Hablar en lenguas, Profecía,
Magnificar a Dios, Sanidad, Temblor. Cada manifestación tuvo al menos una señal
visible, pero ninguna señal se repitió en todos los casos.
El único
factor común en todos los casos fue EL EVANGELISMO (llevar el evangelio a los
perdidos).
Señales
sin evangelismo = EMOCIONALISMO.
Evangelismo
sin señales = OBRA HUMANA.
Evangelismo
con señales = OBRA DEL ESPÍRITU.
2. ¿Cómo
saber entonces si hemos sido bautizados con el Espíritu Santo?
Hace
unas décadas, se creía que la única manera de comprobar si alguien había sido
bautizado en el Espíritu Santo era el hablar en lenguas. Las Sagradas
Escrituras, como hemos demostrado, no aseguran eso, y el tiempo ha demostrado
que no es así.
Bautismo
implica una iniciación, el principio de algo. La Biblia habla del Bautismo (el
inicio), la llenura y la plenitud del Espíritu Santo. Son tres términos
diferentes. Cuando somos bautizados en el Espíritu Santo, estamos siendo
iniciados, comenzando, pero después tenemos que ser llenos de esa experiencia y luego alcanzar la plenitud.
Bíblicamente,
hay siete evidencias iniciales de que hemos sido bautizados en el Espíritu
Santo y debemos examinar nuestra experiencia personal para descubrir si ya
hemos sido bautizados en el Espíritu Santo o no.
Pero, una vez
que hemos sido bautizados, ese no es el fin, sino el comienzo, y debemos buscar
la llenura del Espíritu Santo en esa experiencia y después buscar experimentar
todas y cada una de las demás manifestaciones y crecer en cada una de ellas,
hasta lograr la plenitud del Espíritu Santo. Eso nos lleva toda la vida.
Estas siete
manifestaciones del Espíritu han dividido, desafortunadamente, a la iglesia de Cristo, pues cada iglesia
proclama que es la única manera de ser llenos del Espíritu. Sin embargo, cada
denominación principal tiene una parte muy importante de la verdad y todas
están en lo correcto en el área particular que ejercitan y enfatizan, pero no
en la división que producen.
Las
evidencias son, pues, las siguientes:
1. Hablar en lenguas (amor a uno mismo)
2. Adorar a Dios (amor a Dios)
3. Dones sobrenaturales (amor al Espíritu)
4. Santidad (amor a la pureza)
5. Evangelismo (amor a los perdidos)
6. Discipulado (amor a la Palabra)
7. Servicio (amor al prójimo)
Algunas iglesias enfatizan el hablar en lenguas
(pentecostales), otras la alabanza y la adoración (movimientos modernos “no
religiosos”), otras los dones sobrenaturales (los carismáticos), otras la
santidad (asambleas de Dios), otras el evangelismo (presbiterianos), otras el
discipulado (bautistas) y otras el servicio (metodistas), entre muchas otras
denominaciones, estas solo son un ejemplo.
Sin embargo,
la Biblia claramente enseña que la señal inicial, por encima de las 7
evidencias es testificar de Cristo, pero debe ir acompañada de al menos una
evidencia.
Si usted
recibió a Cristo y tiene el deseo ardiente de hablar a otros de Él, entonces ha
sido bautizado(a) en el Espíritu Santo y debe examinar qué evidencia le
acompaña.
Algunos hablan
en lenguas y se deleitan en hacerlo, pero les aburren los tiempos de alabanza
en la iglesia, y no les preocupa evangelizar o estudiar la Biblia y, en la
mayoría de los casos, siguen practicando en pecado.
Para otros, su
deleite más grande es cantar a Dios y el tiempo más importante de la reunión
son los cantos (al punto que algunos solo se congregan para este tiempo y luego
se van). Sin embargo, no les interesa ni el evangelismo ni el discipulado, y
siguen teniendo hechos pecaminosos.
Otros, procuran los dones espirituales, y
profetizan, sanan enfermos y echan fuera demonios, y menosprecian a los que
adoran y cantan en lenguas, y piensan que no tienen que discipularse y que el
evangelismo no es para ellos. ¡Estos son los más peligrosos! Porque Jesús dijo
que en el Día Final se irían al infierno Mt
7:22-23; 25:41-46.
Otros
(que son los más críticos) procuran la santidad a toda costa, y dejan los
hechos y actitudes pecaminosas, y se apartan del mundo, pero cometen el pecado
gravísimo de juzgar, condenar y menospreciar a los demás, sobre todo a los que
hablan en lenguas o adoran a Dios.
Otros
evangelizan en las calles, en las plazas, reparten folletos, van casa por casa
y se involucran en cada campaña evangelística que hay. Sin embargo, para ellos
no son importantes ni los dones, ni la santidad, ni el discipulado, y por eso
ha habido muchos escándalos de evangelistas caídos.
Otros se
concentran en estudiar la Biblia y discipularse, y se vuelven eruditos y
teólogos, pero ni evangelizan, ni ejercitan dones sobrenaturales (a veces usan
la Escritura para asegurar que ya no son para ésta época, porque no los ven en
ellos mismos), los cantos les aburren, y a pesar de todo su conocimiento se
envanecen y siguen cayendo en pecado.
Otros ayudan a
los pobres, a las viudas, los huérfanos, los presos, los enfermos, los niños de
la calle y toda persona necesitada. Pero también menosprecian a los demás y
siguen viviendo vidas desordenadas.
¿Cuál de todos
está bien? Todos y ninguno. Todos, porque han recibido el bautismo en el
Espíritu Santo. Ninguno, porque creen que es lo único que necesitan.
Entonces,
independientemente de la evidencia que hallamos recibido en el Bautismo en el
Espíritu, debemos procurar experimentar las otras seis manifestaciones y crecer
en cada una de ellas hasta alcanzar la plenitud del Espíritu.